lunes, 2 de diciembre de 2013

Capítulo 5: If he makes you happy, do it.



Subió las dos fotos y nos quedamos mirando el paisaje. Cuando Chris empezó a darme pequeños besos por el cuello. 
Estábamos sentados en la hierba, yo me encontraba entre sus piernas y él me rodeaba la cintura con sus brazos y encima de estos posaban mis manos. Empezaron siendo cálidos los besos que proporcionaba por cada centímetro de mi cuello hasta que comenzó a dar leves mordiscos. Me dí cuenta de que me iban a dejar una marca.

   - ¡CHRIS! - me quejé aunque me estaba gustando la sensación de sus labios sobre mi cuello, él se separó y giré la cabeza para mirarle.

   - Es para que todo el mundo se entere de que eres mía. - sonrió tierno. Se veía súper mono. Me acerqué a sus labios y le besé, le permití el acceso de su lengua a mi cavidad bucal, nuestras lenguas estaban en una guerra que ninguna quería perder. El beso cada vez era más salvaje.

Un rato después, nuestros pulmones pedían oxígeno a gritos. Lentamente me separe de él y abrí los ojos que se toparon con la intensa mirada de Chris, a decir verdad me intimidaba, me ruboricé un poco y me giré para seguir viendo el paisaje. Él se dio cuenta y soltó una leve carcajada.

   - ¿Qué pasa, qué ahora me tienes vergüenza? - dijo mientras me apretaba más contra él.

   - No digas tonterías anda. ¿Vamos a tomar algo? Tengo un frío...

Nos levantamos y fuimos al Starbucks. Nos pedimos un chocolate caliente con unas cookies. Cuando estábamos saliendo del local me llamó mi padre, claro el hombre estaba preocupado.

   - ¿Sí? - contesté, mientras Chris me abrazaba por detrás.

   - No, estoy con un amigo.

   - Que sí, que es solo un amigo. - dije mientras me ruborizaba al saber que Chris estaba detrás de mi.

   - Vale, ahora voy para allá. - colgué. Me giré y estábamos uno en frente del otro.

   - No le vas a explicar a tu "amigo" - dijo esa última palabra exagerándola. - dónde te vas para que te acompañe. - me estaba cogiendo por la cintura y yo a él por el cuello.

   - Mi padre - le di un pequeño beso en la mejilla derecha - me reclama - le di otro en la mejilla izquierda - para que vaya - le di un dulce beso en la nariz - a comer ya. - y este último se lo di en los labios pero fue solo un pico. Él me miró y en seguida atrapó mis labios, yo le removía el pelo, me estaba comiendo la boca literalmente. A falta de oxígeno me retiré, este chico me mataría algún día. Comenzamos a caminar hacía mi casa, íbamos hablando de todo de mi vida, de la suya y todo eso. Llegamos a la puerta de mi casa.

   - No me quiero separar de ti. - me susurraba al oído mientras me abrazaba, a decir verdad yo tampoco quería. - Ha sido el mejor día de Navidad de mi vida, gracias ____.

   - Gracias a ti, feo. - nos dimo un corto beso y me dirigí al porche de mi casa. - Luego hablamos. - le grité. Abrí la puerta y cuando fui a cerrarla vi que aún estaba ahí mirándome, se sacó el móvil y comenzó a escribir. Yo cerré la puerta y me sonó un mensaje, lo miré y efectivamente era de él. 
Lo leí: "Ya te echo de menos." Sonreí cual enamorada, quité la mirada del móvil y vi a mi padre mirándome.

   - Un hola por lo menos, ¿no?. Ven  a comer que ya estamos todos, el resto te está esperando allí. - Saludé a mis hermanos y empezamos a comer. Al acabar decidí irme a mi cuarto. Eran ya las cinco de la tarde, me fui a dar un baño de burbujas. Cuando salí me puse esto:



Decidí estar un rato en el ordenador, subí algunas fotos con Chris a instagram y a twitter, me puse a mis cinco chicos y hablé con mis amigas de Francia y con Chris.
A las ocho me llamó mi abuela desde España hablé un rato con ella y luego cené. Como había sido un día agotador me fui a dormir.
Hoy era ya 28 y había quedado con Angie para irnos de compras y contarnos las últimas noticias, me duché, me maquillé un poco, lo mínimo, y me puse esto.



Mientras esperaba a que la lenta de Angie llegara me tiré en el sofá y le escribí un mensaje a Chris "Buenos días dormilón <3" cuando levanté la mirada me encontré con mi hermano mayor Tyler mirándome.

   - ¿Qué pasa? - pregunté curiosa.

   - Eso digo yo, ya no me cuentas nada, eh. - no sabía de que hablaba aunque me podía hacer una idea. Le miré dudosa. - Va no te hagas la tonta, el chico de ayer, os vi en el parque. - puse cara de asombro y al segundo me comencé a poner roja. - Y he visto el instagram.

   - Ni una palabra a papá. - le amenacé.

   - ¿Es tu novio? - le miré pensando este chico es tonto. - en realidad no os vi, era para que me lo confirmarás porque supuse que estabais en un parque. - suspiré aliviada. Sonó el timbre, Angie te quiero. Fui corriendo a abrir la puerta y alguien se lanzó a abrazarme.

   - Por fin te veoooo. - soltó Angie. Nos separamos y me dijo - ¿Bueno nos vamos?

   - ¡Papááá! Me voooy. - salimos y cerré la puerta. Mientra salíamos a la calle me sonó un mensaje. Lo leí. "C: Buenos días pequeña ¿Qué haces hoy? Quiero verte" "__: Estoy con Angie de camino al centro comercial" "C: Oh, como no tenías que estar con ella" "__: ¿Te me has puesto celoso?" "C: Shh... calla, tonta, es que quiero verte" "__: Esta tarde te llamo y hablamos, que sepas que un recuerdo tuyo está conmigo - y le envíe una foto de mi marca en el cuello" "C: Quiero repetir eso jeje. Yo también te tengo a ti en mi corazón" - Aww podía morir ya.

   - Bueno entonces después de todo este rollo ¿Dónde prefieres? - dijo Angie - ¡____!, me estás escuchando. 

   - No, lo siento. - y sonreí con inocencia.

   - Deja ya el móvil y escúchame, enamorada. - No sé porque decía eso, no le había contado lo de Chris, básicamente porque ella le odiaba y no quería que me diera el sermón de siempre.
Después de una mañana de compras fuimos a tomar algo al Mc Donalds. Al salir me vi a Chris en una tienda, no sé por qué pero no quería encontrármelo porque si no Angie se daría cuenta de que no le cuento las cosas y se enfadaría.

   - Necesito ir al baño ¡Rápido! - dije. Cogí a Angie de la mano y me puse a correr.

   - ¿Pero qué pasa, tú estás bien?

   - Perfectamente. - hubo un silencio. Se quedó mirándome fijamente.

   - ¿De quién es ese chupetón? 

   - ¿Qué dices? - me hice la tonta, se quedó esperando a que le contará. - Bueno tengo que contarte algo. - me miró intrigada. - Estoy saliendo con Chris. - puso una cara de asombro enorme.

   - Con Chris, el mierda, gilipollas, retrasad... - le interrumpí.

   - No te pases, puta, sí ese mismo. - se puso a echarme el sermón y cuando acabó le enseñé las fotos. - Bueno, habrá que darnos prisita porque he quedado con él en media hora. - dije para fastidiarla. Angie empezó a caminar y yo a reír. - Eh, espérame ¿no? - Ella me estaba haciendo el vacío. Le paré y empecé a darle besos.

   - Vale, vale, valeeee... - como no le hacía caso empezó a hacerme cosquillas. Y paré en seguida. Después de un rato nos fuimos a casa, eran las cinco y a y media había quedado con Chris. Como la temperatura había bajado me cambié, me repase el maquillaje y me puse esto:



Eran las cinco y veintisiete, me lavé los dientes rápido y a las 17:30 sonó el timbre, puntual como a mi me gusta. Bajé corriendo. Y me gritó Tyler:

   - Te esperan en el porche, coge llaves. - obedecí y salí por la puerta. Me encontré a Chris sonriente apoyado en la verja de la puerta principal de mi casa. Fui corriendo y me lancé a sus brazos. Enrollé mis piernas por su cintura y nos fundimos en un esperado beso. 

   - Solo ha pasado un día sin vernos y ya echaba de menos besarte. - dijo mientras me miraba fijamente a los ojos, sonreí. - ¿Vamos? -dijo, me bajé y él me agarró por la cintura.

   - ¿Dónde me llevas?

   - A un lugar llamado mundo. - soltó una leve carcajada pero para cuando vio que yo no me reía me miró preocupado entonces comencé yo a reírme. - Joder, que susto.

   - ¿Es sorpresa? - pregunté. Él solamente asintió. No sé si me gustan las sorpresas, porque por una parte quiero que me digan qué es pero por otra soy muy impaciente.
Llegamos al sitio después de caminar 10 minutos entres risas y caricias.

   - Como el otro día no pudiste venir por mi culpa, te traigo hoy. - sonrió dulcemente, efectivamente estábamos en la pista de patinaje. Le di un beso en señal de agradecimiento y entramos.

   - Chris... No sé patinar sobre hielo. - Él me miró tierno. 

   - Yo te enseño, vamos. - me ofreció su mano cuando acabé de ponerme los patines.

No me lo pasé tan bien en mi vida, creo que me saldrían varios moratones en el culo, definitivamente no servía para el patinaje sobre hielo. Salíamos riéndonos recordando alguna caída mía. Cenamos unas pizzas en un restaurante que se encontraba cerca de la pista. Cuando acabamos fuimos a unos jardines que habían cerca del London Eye. Nos tumbamos en la hierba, mi cabeza estaba sobre su pecho. Pero al rato nos cansamos de mirar las estrellas, me giré y comencé a besarle, al principio los besos eran tiernos, pero comenzaron a subirse de tono. Él se apoderó de mis labios completamente, cada beso era diferente. Me apretaba cada vez más contra él, tanto que podía notar su hinchazón. Poco a poco, fue metiendo su mano por debajo de mi suéter hasta que comenzó a dar leves caricias en mi espalda. 

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ESPERO QUE OS GUSTE ÚLTIMAMENTE NO TENGO MUCHA INSPIRACIÓN. 


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